J.J.M.
«Vete a la puta calle, guarra». Esto fue lo que supuestamente le espetó un vecino de Vila de nacionalidad ecuatoriana a su pareja, un mujer brasileña, antes de coger sus efectos y tirarlos a la basura, agarrarla del brazo y empujarla fuertemente contra la pared tras entrar en la habitación que ambos compartían.
El caso quedó ayer visto para sentencia en el juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa después de que el fiscal pidiera un año de prisión para el acusado, quien se declaró inocente. Éste afirmó que su novia estaba «mal aconsejada por sus amigas» y que él se limitó a atenderla de «unos mareos».