Cristales rotos, suelos destrozados, escaleras invadidas por trozos de paredes junto con pintadas en distintos sitios. Éste es el aspecto que presenta ahora el edificio prefabricado que fue construido para albergar la sede provisional del Casino de Eivissa, en la explanada de aparcamientos ubicada junto a Gesa, mientras se levantaban las nuevas instalaciones del Paseo Marítimo.
El lugar, muy frecuentado por pandillas de jóvenes, ha ido deteriorándose por la acción de gamberros después de que el edifico fuera abandonado sin que fructificaran ninguna de las propuestas que en su día se barajaron para volverlo a ocupar con el concurso de otras empresas interesadas por contar con estas instalaciones.
Los puntuales destrozos que fueron localizados tras las primeras semanas de abandono se han ido sumando a muchos otros y en el plazo de un año el edificio es ya una ruina en la que ninguna de sus zonas se ha librado de la oleada de daños. Las personas que han ido ocasionando destrozos en este lugar también han terminado penetrando en su interior y aumentando el número de desperfectos.