Un hombre acusado de abusos sexuales contra su hija de once años, negó ayer los hechos en la Audiencia Provincial de Palma y atribuyó la denuncia a que su hija pudo malinterpretar los juegos que se producían entre ellos, que incluían cosquillas en las piernas y el vientre. «Nunca he abusado de la niña, nunca, no, tajantemente. De forma inconsciente no, no digo que de forma inconsciente no haya podido rozarle un pecho», aseguró. La Fiscalía imputa al acusado un delito de abusos sexuales y otro de agresión sexual, por el que se enfrenta a una petición de pena de diez años de prisión. De acuerdo con el Ministerio público en su escrito de acusación, se produjeron dos episodios de abusos. En el primero, el hombre habría practicado tocamientos a su hija en el garaje de su casa en diciembre de 2006.
En la segunda ocasión, la niña estaba haciendo los deberes en el domicilio del padre, cuando esté la manoseó. En el primero de los sucesos, según Fiscalía, el hombre llegó a tender a la niña en una mesa. La menor protestó y le dijo a su padre que la estaba haciendo daño.
En su declaración de ayer, la niña incluyó un tercer episodio, en la piscina de la casa de su progenitor. Además, aumentó la gravedad de otro de ellos al afirmar que en los tres casos su padre le introdujo un dedo en la vagina.