Propietarios de locales de ocio de Sant Antoni denunciaron ante la Policía Local del municipio en mayo pasado presiones por parte de un grupo de británicos que pretendían monopolizar el tráfico de drogas en la zona, informaron ayer fuentes conocedoras del caso.
A raíz de la denuncia de estos empresarios se produjeron detenciones, pero finalmente se retractaron y los arrestados no pudieron ser acusados, informaron las fuentes. No obstante, su denuncia sirvió para abrir una investigación que acabó en manos de la Guardia Civil y que ha concluido con 25 detenciones, todos ingleses menos un francés, dentro de lo que se ha denominado operación Trafalgar.
Según informó anteayer la Guardia Civil, los detenidos, muchos de ellos de Liverpool, estaban enfrentados a otro grupo de británicos, éstos de Manchester, que también pretendía monopolizar el tráfico de drogas en Sant Antoni y en otras zonas de la isla.
A prisión
Anteayer el juez de guardia, en este caso José Espinosa, titular del Juzgado de Intrucción número 2 de Eivissa, ordenó el ingreso en prisión de diez de los 25 detenidos, dos de ellos con posibilidad de eludir el ingreso mediante el depósito de una fianza de 15.000 euros. El resto quedó en libertad provisional con cargos mientras continúa la instrucción del caso y llega el día del juicio.