Un conductor borracho que presuntamente acabó en Vila simulando que tocaba la trompeta con la boquilla de un etilómetro fue juzgado ayer como sospechoso de haber cometido un delito contra la seguridad del tráfico. El fiscal pidió para el acusado, no presente en el juicio y con residencia en Alemania, que cumpliera 60 días de trabajo para la comunidad e hiciera frente a una multa de 2.160 euros, además de una condena de un año de retirada de carné.
El infractor, Y.B., fue detenido por la policía después de que una dotación se percatara cómo un individuo paraba su vehículo frente a la discoteca Pachá y, en plena carretera, lo abandonara sin más tras parar el motor. Al acercarse al conductor, los agentes se percataron de los «evidentes síntomas de ebriedad» que presentaba, según declararon dos de los agentes que actuaron. «Estaba muy claro. No sólo no quiso someterse a la prueba sino que terminó bromeando, cogiendo la boquilla y haciendo como si tocara la trompeta», relató uno de los policías.