Los más mayores gustan de decir que los modales se están perdiendo (si no se han perdido ya) y ello, parece ser, afecta a todas las facetas de la vida. Da igual que uno sea delincuente, testigo, policía, abogado o funcionario de la Administración de Justicia. Nadie se libra.
Letrado con prisas. Escenario: Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa. «Señoría, ¿no le importa que se celebre antes mi juicio que tengo mucha prisa?». La pregunta, tras analizarse la situación y preguntarse al resto de abogados afectados, halló una respuesta positiva. Tras el juicio, el letrado que se coló, vuelve a intervenir para hacer otro ruego. «Señoría, si no le importa me quedo ahora a ver el juicio siguiente». Impresionante.
Mejor, de usted. Lo del tuteo ha terminado calando también en todos los ámbitos. Ya se raya definitivamente el compadreo. «Si te pones tonto, te detengo por resistencia», «te he visto, listo, aparca ahí el coche», «estás entrando(me) en mi distancia de seguridad». Son frases pronunciadas en distintas actuaciones por las fuerzas de orden público registradas por este periódico. Lo mismo, ante el juez o el fiscal, pecando tambien ciudadanos de a pie y no sólo policías. «¿(Te) lo vuelvo a repetir?», «Ya te he dicho que no lo sé». Obsérvese la ausencia del usted en todas las frases. Algún juez se está viendo continuamente obligado a recordar que un juzgado o una sala no es un patio de vecinos.
Calor en el cuerpo. Un abogado solicitó a la Audiencia Provincial que se pusiera el aire acondicionado en la sala de vistas que se estaba usando. Fue el único de que debió pasar calor durante dos días. Todos los demás terminaron quejándose del frío y del ruido del motor del aparato.
Contundencia. Matrimonio magrebí acompañado de su hijo, papel de citación en mano, pregunta con exquisita educación en los juzgados por la Fiscalía de Menores, que suele trasladarse desde Palma a Eivissa, a cierto funcionario de Justicia. Respuesta rápida y sin ningún miramiento: «Pues aquí no es. Preguntad en otro sitio». Final feliz. La familia encontró luego a otro funcionario que se preocupó en ayudarles y en localizar el servicio que buscaban.