EFE - TIJUANA
Un funcionario estatal que fue secuestrado hace dos días en Baja California, noroeste de México, apareció ayer muerto, con los genitales cortados dentro de su boca, y colgado de un puente en Tijuana. Fuentes de la fiscalía del estado identificaron al individuo como Rogelio Sánchez Jiménez, quien era Jefe de Licencias y Placas Vehiculares en el Gobierno de Baja California.
Ayer por la mañana fue hallado el cadáver colgado de un puente por el cuello en la carretera Tijuana-Playas de Rosarito, con aparentes signos de tortura, después de que algunos conductores alertaran a la policía de la existencia del cuerpo.
El crimen organizado hizo gala ayer en varios puntos de México de especial brutalidad con los 11 asesinatos que se le atribuyeron, entre ellos los de diez jóvenes, marcados por «El jefe de jefes».
Los sicarios mostraron que eliminar a sus víctimas no es lo más importante para ellos, sino la forma en que lo llevan a cabo y exhiben el cuerpo posteriormente para impactar en los medios y sembrar el terror.