«Por fin» fue una de las expresiones o sentimientos con los que ayer, políticos y representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se refirieron a la primera piedra de la futura casa cuartel de la Guardia Civil en Formentera. Se trata de una infraestructura básica que siempre ha quedado postergada aunque ejecutivo tras ejecutivo, local, autonómico y nacional, han considerado de máxima importancia a lo largo de más de una década sin que poco se avanzara.
Las nuevas dependencias oficiales de la Guardia Civil en Formentera están en la parcela 61 de la Venda de es Brolls, un solar de 5.671,09m2 en los que se construirán cuatro edificios con una superficie total construida de 2.810,79m2 de los que 982,80 corresponden a las dependencia de la Comandancia de la Guardia Civil, mientras que 1.827,99m2 corresponden a las 22 viviendas que se levantarán en la parte posterior de la parcela para albergar a los agentes y a sus familias.
Aparcamientos
Contará con un total de 10 aparcamiento subterráneos y 35 al aire libre, tanto para los efectivos del cuerpo como para los ciudadanos que acudan a las dependencias de la Benemérita. El coste de las obras, que realizará la empresa Tragsa, es de 3.602.637? y tiene un plazo de ejecución de 18 meses por lo que las previsiones es que la Casa Cuartel esté operativa para la temporada turística de 2011.
El presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, recordó en el acto conmemorativo, que en el año 2002, siendo él gerente del Consorci Formentera Desenvolupament y gobernado el ayuntamiento de la isla por la COP, se compró el solar para cederlo al Ministerio del Interior para que se construyera la Casa Cuartel de la Benemérita que ya en aquellos tiempo presentaba una imagen e instalaciones en deficiente estado, lamentando, eso sí, que tanto se haya tardado en darse el paso final «pero se da un paso adelante decisivo, para la atención de los ciudadanos y en la mejora de las condiciones de vida, trabajo, seguridad y estabilidad de la plantilla de la Guardia Civil de Formentera». Y en términos parecidos se manifestó el delegado de la Administración del Estado en las Illes Balears, Ramón Socías: «en 2004 cuando llegué a Formentera y vi las instalaciones del cuartel de la Guardia Civil, se me cayeron los pies al suelo, aquello era lamentable».
Socías señaló que por cuestiones de tramitación burocrática o de problemas surgidos durante el mismo, algunos cuarteles de la isla de Mallorca habían pasado por delante del de Formentera pero auguró que el nuevo edificio «amplio, con viviendas para un elevado número de agentes, en zona bien situada a las afueras de Sant Francesc y junto a las dependencias de la Policía Local».
Mejor atención
«Todo ello supondrá una mejor coordinación entre ambos cuerpos, permitirá un mejor servicio y atención a los ciudadanos y posibilitará la estabilidad de la plantilla ya que las condiciones de vida de los agentes cambiará de forma importante, añadió.
Asimismo reconoció que estas nuevas dependencias de la Guardia Civil serán las primeras que el ejecutivo central, el ministerio del Interior, tendrán en propiedad en la isla ya que hasta la fecha las anteriores dependencias de la Benemérita siempre habían sido propiedad de la administración local que las cedía a la Central.