Técnicos de la Autoritat Portuària continuaban evaluando los daños originados en los diques flotantes sobre los que colisionó al zarpar el ferry Murillo de la compañía Acciona con destino a Barcelona, accidente que no impidió luego que el buque continuara luego su ruta con normalidad. Fuentes portuarias señalaron ayer que las primeras impresiones indicaba que los daños eran mayores de lo que se esperaba sin que, en principio, se haya visto mermada grandemente la operatividad de esta zona del puerto de Eivissa.
Las mismas fuentes precisaron que ayer aún no se podía conocer con exactitud el alcance de los desperfectos pero que los técnicos ya estaban barajando varias posibilidades para reparar cuanto antes las zonas afectadas y ver cuáles eran las soluciones más factibles.
Al respecto, se señaló que las molestias hubieran sido mayores si se hubiera estado dentro de la temporada turística, pero el hecho de que la actividad se redujera durante el invierno facilitaba las tareas.
Un portavoz de la naviera involucrada en el suceso confirmó que el accidente, ocurrido cuando iban 101 pasajeros, tuvo lugar cuando el bulbo de proa del Murillo se apoyó sobre uno de los diques cuando se realizaba la maniobra de desatraque. Como ya informó este periódico, se dio la circunstancia de que el mismo buque había sufrido otro accidente similar 48 horas antes en el puerto de Maó cuando atracaba.