El ladrón era el futuro yerno. Un joven marroquí residente de la localidad mallorquina de sa Pobla ha sido detenido por la Guardia Civil acusado de robar al padre de su novia una caja fuerte con 40.000 euros en efectivo. El muchacho planificó el robo de forma de que nadie sospechara de él, pero una serie de indicios acabaron por delatarlo. Otro ejemplo de que el robo perfecto no existe.
El pasado día 17, martes, un vecino de sa Pobla acudió al cuartel a denunciar que le habían sustraído una importante cantidad de dinero que guardaba en la buhardilla de su casa. Tras seguirse la pista de un coche tuneado por el acusado se descubrió que un primo suyo, menor de edad, había colaborado en el robo y al final hallaron los 40.160 euros en dos zulos de zonas boscosas de Llubí y Calas de Mallorca. También se localizó un ordenador portátil y varios efectos que habían sido adquiridos con el dinero sustraído en la casa de sa Pobla.