La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo Llamas, ha expedientado a dos de los jefes de servicio del Centro Penitenciario de Eivissa que mantienen un enfrentamiento, desde hace meses, con el director de este centro, Manuel Vega. El expediente contra el delegado de CCOO, Jesús Irurre, es consecuencia de la información facilitada por éste a «la prensa local durante los meses de agosto y septiembre de 2009», según se reconoce en el propio expediente.
Irurre y varios compañeros suyos denunciaron, a raíz del enfrentamiento que mantienen con Vega, una larga serie de irregularidades que se padecen en el centro. «La de Eivissa es una prisión para 70 reclusos y estamos en 180 o 190», dijo Irurre, una saturación denunciada regularmente por otro sindicato de prisiones, ACAIP. «En verano hay hasta cuatro internos por celda, con todo lo que eso supone», alertó el delegado de CCOO.
Por su parte, el expediente contra Manuel Martínez Parra es por «el presunto uso indebido del servicio de economato en la noche del 21 de agosto», según reza el expediente. Al parecer, se refiere al hecho de que Martínez Parra decidiera sin permiso de la dirección entregar botellas de agua sin usar a los reos recién llegados a la prisión.
El director
Ambos «expedientes formales de corrección disciplinaria» son consecuencia de las informaciones remitidas a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias por el director de la cárcel de Eivissa. Irurre denunció en septiembre pasado que «existe una gran tensión» entre trabajadores y responsables de la prisión «desde hace cinco o seis meses» y, acto seguido, ofreció todo un listado de problemas en la prisión, todos ya veteranos, pero no aireados hasta que no se ha producido el enfrentamiento entre Vega y los funcionarios, que han cruzado al menos dos denuncias.
El director les denunció por amenazas y ellos le han denunciado por, presuntamente, poner en riesgo su seguridad, ya que no permitía cerrar la verja a través de la cual se accede a las viviendas de los funcionarios, incluida la del propio director del centro penitenciario.
El delegado de CCOO Jesús Irurre mostró su indignación: «¿Expedientado por decir la verdad?, ¿pero en qué país vivimos? Entiendo que si mientes, te denuncien, pero querer callar al mensajero que dice la verdad no es propio de una democracia».