El fiscal pidió ayer una condena de tres años de prisión para una delincuente habitual de Eivissa con problemas con las drogas que fue detenida por la policía como sospechosa de un robo perpetrado en una vivienda de la calle Lucio Oculacio, en Puig des Molins. El afectado explicó a la juez Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, sitio donde se debe dirimir este caso, que en el plazo de una semana había sido víctima de tres robos.
Según señaló, el último robo vino precedido de una visita de los ladrones, que irrumpieron en la casa cuando éste dormía. Los sospechosos se apoderaron de dos garrafas de aceite, 450 euros y aparatos electrodomésticos.
Las investigaciones policiales, tras interponerse varias denuncias en Comisaría y recogerse una huella en un cristal, se concretaron con la detención de la sospechosa, persona que ayer, ante la juez Rodríguez, no sólo proclamó su inocencia sino que, además, afirmó que el día en que ocurrió el robo, el 1 de agosto, ella se hallaba en coma en el hospital de Can Misses a causa de un accidente. La sospechosa, sin embargo, no presentó en el juicio ninguna acreditación médica que confirmara esta afirmación.
La acusada relató, asimismo, que, una vez en Comisaría, había sido invitada a poner su mano en un cristal que le presentaron sin saber las consecuencias de ello.