La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, la magistrada Martina Rodríguez, ha ratificado un pacto judicial al que llegaron el fiscal y la defensa de un pintor que aceptó un año de prisión por sustraer y hacer uso de una tarjeta de crédito en una casa donde trabajaba. El acusado llegó a cobrar 720 euros tras realizar dos extracciones, cantidad que se comprometió a devolver a la propietaria de la tarjeta robada.
El suceso ocurrió en un domicilio de la calle Port de la Savina donde el sospechoso realizaba un encargo de pintura. Según se recoge como probado, aprovechó un descuido de una mujer que vivía en la casa para sacar de su bolso una tarjeta de crédito que iba acompañada de un papel con su número secreto. El acusado se dirigió luego a un cajero de la avenida Pedro matutes Noguera y sacó 300 euros. Tres cuartos de hora después regresó al mismo expendedor y extrajo 420 euros.