El Ministerio Público acusa a un joven de quedarse con una tapa de taza de aseo, un árbol de Navidad y una bolsa llena de bisutería, motivo por el que se le imputa la comisión de un delito de apropiación indebida o, si la juez lo estimara oportuno, de hurto.
En el primer caso se enfrentaría a una petición de multa de 1.800 euros por parte del Ministerio Público y en el segundo, a nueve meses de prisión. El joven carece de antecedentes y en caso de que fuera condenado a prisión no tendría que cumplir la pena.
Los hechos ocurrieron hace dos años, cuando el joven se fue a vivir a una casa de su madre que la última inquilina, que permaneció en ella cuatro años, acababa de abandonar.
En la mudanza olvidó la tapa de taza de aseo, un árbol de Navidad y la bolsa de bisutería. El joven se deshizo de los dos primeros objetos pero se quedó la bisutería, que entregó a una mujer que tiene un puesto en el mercadillo de Sant Jordi sin recibir nada a cambio, según la versión del acusado. En el juicio se mencionó la posibilidad de que el joven entregara la bisutería a la mujer porque previamente ésta le había entregado un sofá.
La antigua inquilina de la casa y dueña de la bisutería se encontró con sus cosas en un puesto del mercadillo de Sant Jordi y pidió a la mujer que se lo devolviera. Así lo hizo, al menos en parte, y también le dijo de dónde había sacado la bisutería.
2.500 euros
La antigua inquilina de la casa, de nacionalidad argentina, decidió interponer una denuncia.
Ayer, la juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, dejó el caso visto para sentencia.
Según la propietaria de la bisutería, está valorada aproximadamente en unos 2.500 euros.