La radiación liberada por la central nuclear de Fukushima-1, como consecuencia del terremoto que hace dos semanas sacudió el noreste de Japón, donde está ubicada, podría dar la vuelta al mundo en dos o tres semanas, según ha informado la Comisión Preparatoria del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (CTBTO).
Apenas una semana después de que se produjera el terremoto, los niveles de radiación habían ascendido en California, en la costa oeste de Estados Unidos, y el pasado martes ya habían llegado partículas radiactivas a Islandia.
Siguiendo este patrón, fuentes de la CTBTO citadas por Kiodo han indicado que en los próximos días la contaminación procedente de Fukushima llegará a los países europeos y que en un margen de entre dos y tres semanas habrá recorrido todo el globo, aunque sin perjuicio para salud humana.
En referencia a la situación en el país asiático, la comisión, que cuenta con 63 puestos de observación en todo el mundo, ha indicado que en Takasaki, ubicada en la prefectura de Gunma (centro), los niveles de radiactividad todavía son elevados, al tiempo que ha pronosticado que seguirán así durante mucho tiempo.
Los vecinos regionales de Japón han expresado su preocupación por que este desastre perjudique al medio ambiente asiático, no obstante, tanto la Agencia Internacional de la Energía Atómica como la Agencia de Seguridad Nuclear nipona han descartado este extremo.