El cadáver de un rorcual, de entre 15 y 20 metros de longitud, que fue encontrado ayer varado en uno de los islotes Malvins tuvo que ser remolcado a alta mar por una embarcación de Salvamento Marítimo con base en el puerto de Eivissa después de que se considerara como la mejor solución para evitar riesgos sanitarios y para la navegación. Un portavoz del Centro de Salvamento de Palma señaló ayer, cuando se estaba llevando a cabo la operación, que la ballena iba a ser llevada hasta una zona donde se supiera que las corrientes la alejarían de la costa.
La existencia del cetáceo, ya muerto, fue descubierto hace ayer tres días por un pesquero ibicenco que dio aviso de su posición. Salvamento Marítimo, sin embargo, tuvo ayer, a primera hora de la mañana, conocimiento de que, lo que se supone que era esta ballena, había sido arrastrada hacia el litoral ibicenco y había quedado atrapada entre es Malvins, en la zona norte de es Daus.
Operativo
La central del 112, tras tener conocimiento de que una embarcación de Salvamento Marítimo operaba en la zona, dio aviso también a Medi Ambient, a la Direcció General d'Emergències, y al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil para que apoyaran las tareas que ya se llevaban a cabo.
Los técnicos, tras identificar como un rorcual los restos del cetáceo tras un examen de lo que quedaba de la cola, decidieron que lo más conveniente era adentrarlo en el mar y llevarlo hasta un lugar donde ya no supusiera ningún peligro, operación que se desarrolló a lo largo del día.
El rorcual común es una especie que suele migrar al Mediterráneo por el Estrecho durante esta época. Puede llegar a medir hasta 25 metros de longitud y alcanzar un peso próximo a las 50 toneladas.
Los especialistas consideran que puede desarrollar velocidades de 25 nudos y su presencia cercana a las costas de las Pitiüses no suele ser habitual. Una de sus zonas de migración habitual son las aguas italianas.