Hoy se cumplen trece días de la desaparición en Eivissa de Adolfo Linares, el cura de Ampuero. Poco a poco se han ido conociendo más detalles del caso, que está causando una gran sorpresa en esta pequeña localidad cántabra. El día 7 se encontró en los acantilados de es Soto la motocicleta que el párroco había alquilado en la isla. Después se informó de que también se halló la documentación, aunque no se precisó si fue en la moto, en la zona de es Soto o en el hotel en el que se alojaba. En cualquier caso, el detalle de la documentación es muy importante porque prácticamente certifica que Linares no salió de la isla, al menos de forma voluntaria.
Según publicó la prensa de Cantabria, en Ampuero extrañó mucho el hecho de que su párroco se encontrara en Eivissa y también que alquilara una moto. Después se informó de que en su juventud, en los tiempos en que estudió periodismo en Madrid, conducía una motocicleta, que fue «un gran viajero» y que tenía amigos en la isla, a la que viajaba dos veces al año. No obstante, fuentes conocedoras del caso señalaron que «no consta» que acudiera a la isla con tanta frecuencia.
De la investigación de este extraño caso se ha hecho cargo el Cuerpo Nacional de Policía y desde la Comisaría de Eivissa señalaron ayer que han distribuido una fotografía del desaparecido, la misma que ilustra esta página, entre las policías locales de la isla para continuar con la búsqueda, un trabajo en el que también participa la Guardia Civil.
La policía y voluntarios de Protección de Civil de la agrupación de Vila realizaron un pormenorizado rastreo en la zona de los acantilados de es Soto e incluso los especialistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil buscaron en el mar, siempre sin resultados. También se emplearon perros especializados e incluso se contó con el apoyo del helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía.
La alarma saltó el domingo día 10, informa el Diario Montañés, cuando José Luis S., un amigo del párroco, acudió al aeropuerto de Bilbao a recogerlo y tuvo que regresar a Ampuero sin él. El mismo periódico de Cantabria informó ayer de que este hombre recibió dos correos electrónicos de Linares durante sus vacaciones en Eivissa, el último de ellos el 7 de julio, un día antes de su desaparición.
Mensajes
Según este diario, los mensajes que el sacerdote envió a su amigo denotaban buen humor, ya que incluso gastaba bromas, por lo que «desde luego voluntariamente no se ha escapado», afirmó José Luis S., que descartó la hipótesis de que el religioso estuviera agobiado y hubiera podido desaparecer a propósito.
Además, explicó que Linares «tenía grandes planes para su próxima jubilación, entre ellos hacerse una casita en Caranceja [un pueblo de la zona]». En cuanto a la posibilidad de que fuera víctima de un posible atraco, tampoco convence a los amigos del párroco en Ampuero que, según dijeron a la prensa, «no es un hombre ostentoso».
Por su parte, la directora insular, Sofía Hernanz, dijo ayer que no se van a revelar datos sobre la investigación.
El alcalde de Ampuero muestra su «extrañeza» por la escasa difusión
Según publica la página web www.religióndigital.com., el alcalde de Ampuero, Patricio Martínez, ha expresado su «extrañeza» por la falta de difusión del tema en los medios de ámbito nacional, lo que considera que podría ayudar a encontrar a Linares al mostrar su fotografía. «Sorprendido» por este hecho, el alcalde ha incidido en el carácter noticioso del caso y se ha preguntado por qué el Obispado de Cantabria no le da un impulso a la aparición de la noticia en el ámbito nacional. En la misma web se añade que algunos vecinos han pedido al Obispado que difunda la foto del desaparecido.