La Guardia Civil ha detenido a un sospechoso de causar el incendio forestal de Cala Llonga, que se inició el domingo por la noche y ocasionó el desalojo de cerca de un millar de personas de la vecina urbanización de Roca Llisa, han informado a Efe fuentes de la investigación.
Se trata de un hombre de 36 años, que fue detenido ayer por la tarde y se encuentra en dependencias de la Guardia Civil de Eivissa, donde es interrogado.
Los servicios de extinción continúan trabajando hoy en el incendio, que fue estabilizado ayer y que ha afectado a unas 115 hectáreas, ha destruido completamente una de las viviendas de la zona y ha causado daños de diversa consideración en otros cuatro inmuebles.
El fuego comenzó pasadas las 20.00 horas del domingo en un terreno de pinar ubicado en la carretera de Cala Llonga a la playa de Sol d'en Serra y debido a su potencialidad fue necesaria la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El presidente del Govern, José Ramón Bauzà, en compañía del conseller de Administraciones Públicas, Simón Gornés y la directora de Interior, Emergencias y Justicia, Isabel Febrer, se desplazaron ayer por la mañana a la isla para seguir los trabajos de extinción del fuego.
La urbanización de Roca Llisa, en la que residen muchos ciudadanos extranjeros, particularmente británicos, fue evacuada el domingo a partir de las 22.00 horas y ayer por la tarde los desalojados volvieron a sus casas.
Una veintena de los desalojados pernoctaron en el polideportivo de Santa Eulària y el resto pasó la noche hoteles o fueron acogidos en viviendas por amigos y familiares, lo que ha dificultado conocer con precisión el número de personas afectadas.