El juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa, José Espinosa, ha enviado a la prisión de Eivissa con carácter provisional y sin posibilidad de fianza a los seis detenidos por los agentes del Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado (Greco) de la Comisaría de Eivissa en el puerto de Valencia como responsables de uno de los alijos más importantes de cocaína que se ha interceptado en los últimos años en la zona.
Los agentes del Greco Eivissa decomisaron nade menos que 180 kilogramos de cocaína de una gran pureza y buena parte de esta droga tenía la Isla como destino final. Además de las detenciones y la droga, la policía ha bloqueado 600.000 euros en cuentas bancarias e intervenido 16.000 euros en efectivo, tres armas de fuego y siete vehículos. Entre los seis detenidos, que fueron trasladados esta semana por la Guardia Civil desde Valencia a Eivissa para prestar declaración ante el juez de Instrucción número 2, hay un agente de la Guardia Civil destacado en Alicante.
Aunque las seis detenciones y la aprehensión de la droga se realizó en Valencia, la operación nació y gestó en Eivissa, puesto que los detenidos, que ahora vivían en la Península, antes residían en la Isla y desde aquí, supuestamente, organizaron el traslado de la droga desde Cartagena de Indias, en el caribe colombiano, a España.
La investigación
La investigación se inició a finales del año 2009 después de que los agentes del Greco tuvieran conocimiento de la existencia de una organización dedicada a la introducción y distribución de grandes cantidades de clorhidrato de cocaína en distintos lugares de la geografía española, entre ellos Eivissa.
El grupo traía la droga a España mediante el método de ‘gancho perdido', que consiste en ocultar la cocaína en un contenedor al que tiene acceso la organización en origen y que contiene mercancía legal para la exportación.
Una vez en su destino, y antes de que los verdaderos destinatarios de la mercancía legal accedían a ella, retiraban la sustancia estupefaciente. Tras extraer la droga, el grupo precintaba nuevamente el contenedor para no levantar sospechas en caso de controles por parte de las autoridades aduaneras.
En esta ocasión, los 180 kilogramos de cocaína estaban camuflados entre un gran cargamento de alcachofas, informaron desde el Cuerpo Nacional de Policía.
Además de los agentes del Greco de Eivissa, en esta operación participaron especialistas del Grupo de Estupefacientes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Cartagena y la Agencia Tributaria.
Droga de una gran pureza y réditos millonarios
La droga interceptada en el puerto de Valencia por la policía de Eivissa era de una gran pureza, en concreto del 67 por ciento, por lo que es muy posible que en el mercado negro la cantidad de cocaína habría superado la media tonelada, lo que se habría traducido en beneficios millonarios para la organización responsable de su traslado y puesta a la venta, destacaron ayer fuentes judiciales.