Este sábado empiezan a funcionar doce nuevos radares fijos de control de la velocidad en carreteras secundarias de Balears, ocho de ellos en Mallorca, dos en Menorca y dos en Eivissa con el objetivo de reducir los accidentes de tráfico así como la mortalidad y gravedad de las lesiones que causan. Al radar existente junto al túnel de Sant Rafel, se unen ahora en Eivissa los habilitados en Can Clavos, en la carretera de Santa Eulària, y en la vía que enlaza Sant Antoni y Sant Josep, cerca de Sant Agustí.
La directora provincial de Tráfico de Baleares, María Teresa Sau, destacó la importancia de los radares para reducir el exceso de velocidad, que es una de las causas directas más frecuentes de los accidentes y además «agrava la lesividad y aumenta la mortalidad».
Detalló las vías y puntos kilométricos donde estarán instalados estos nuevos radares, ubicados en vías con peligrosidad y tramos de concentración de accidentes.
En Mallorca estarán en la Ma-2200 (Sa Pobla-Pollença, punto kilométrico 50,25), Ma-13 (Sa Pobla-Alcúdia, pk 46,4), Ma-12 (Artà-Alcúdia, pk 24,2), Ma-15 (Manacor-Sant Llorenç des Cardassar, pk 52,6), Ma-14 (Felanitx-Manacor, pk 19,3), Ma-4020 (Manacor-Porto Cristo, pk 5,2), Ma-19 (Llucmajor-Campos, pk 30,1), y Ma-1 (Palma-Andratx, kilómetro 22,9).
Localización
En Eivissa, en la C-733 (Eivissa-Santa Gertrudis, pk 5,1) y Pm-803 (Sant Antoni de Portmany-Sant Josep de Sa Talaia, pk 15,35). En Menorca estarán en la Me-1 (puntos kilométricos 20,4 y 21).
Todos los radares nuevos están en vías secundarias, donde se produce «una parte importante de la accidentalidad», dijo María Teresa Sau. Recordó que en 2011 se registraron 34 fallecidos en accidentes de tráfico ocurridos en este tipo de vías llamadas convencionales y ha afirmado que «entre las causas, la velocidad siempre está presente».
Los doce nuevos dispositivos se suman a los ocho que fueron instalados en las autovías y autopistas de las islas en 2008, y que solo en 2011 dieron lugar a la imposición de 32.001 sanciones a los conductores de las islas.
Esas multas de los radares fijos se suman a las interpuestas por la Guardia Civil y las policías locales, con cinemómetros móviles. Por ejemplo, en Mallorca las sanciones totales por exceso de velocidad ascendieron a 74.395 en 2011 (28.695 de ellas de los radares fijos, 8.017 de la Guardia Civil y 37.683 de las policías locales). En Menorca, las policías locales controlaron la velocidad de 60.359 vehículos e interpusieron 1.533 denuncias; y en Eivissa, de 45.354 controles se derivaron 715 multas.
Sau subrayó el objetivo disuasorio de estos dispositivos fijos, razón por la que se informa de su ubicación. «Entran en funcionamiento el sábado y se presentan ya para dar tiempo suficiente a que los conductores tengan conciencia y estén sobre aviso, porque nada más lejos de la intención de la Dirección General de Tráfico que tener afán recaudatorio por las sanciones de velocidad», aseguró.
Una multa mínima de 100 euros y la posible pérdida de 6 puntos del carné
La responsable de Tráfico recordó que las sanciones por exceso de velocidad van desde los 100 euros de multa en caso de infracción leve hasta 600 euros y retirada de 6 puntos del carné para casos muy graves. Sau explicó que los conductores también pueden ser encausados por delito penal en el caso de superar en más de 60 kilómetros por hora el límite de velocidad de la vía, lo que supone, por ejemplo, circular a más de 110 kilómetros por hora en vías urbanas y a más de 200 en autopistas.
Las últimas estadísticas sobre radares fijos, publicadas por este mismo periódico, señalaban que durante el año pasado fueron sancionados 587 conductores en la carretera de Sant Antoni frente a los 2.639 infractores del año anterior.