La Guardia Civil ha dejado en libertad con cargos a la espera de que sean citadas por el juez a tres de los ocho detenidos en relación con el violento asalto a un chalé el pasado 2 de marzo. Se trata de Pilar F.A. y su hija Sonia P., a quienes los investigadores acusan de comprar objetos robados en el asalto al chalé, es decir, por la presunta comisión de un delito de receptación. La primera de las detenidas es responsable de al menos un club de alterne de Eivissa en el que anteayer los agentes de la Guardia Civil realizaron un registro.
El resto de los detenidos, tres hombres y tres mujeres, son de nacionalidad rumana. La tercera persona que los agentes de la Guardia Civil han dejado en libertad con cargos tras ser interrogada es una mujer de nacionalidad rumana que tiene un bebé de nueve meses y no tiene con quien dejarlo. Además, esta mujer cuenta con arraigo en la Isla y los investigadores no advierten riesgo de fuga. Los agentes la acusan por un presunto delito de encubrimiento.
Está previsto que los otros cinco detenidos sean puestos a disposición del juzgado de guardia hoy por la tarde. La investigación por este caso continúa abierta y no se descartan más detenciones, informaron ayer diversas fuentes.
ODAIFI
La operación la realizaron agentes de la Policía Judicial apoyados por especialistas de la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (ODAIFI) de la Guardia Civil de Eivissa, y no de la UCRIF, como se dijo ayer erróneamente. Los agentes están intentando averiguar cuál fue el presunto papel de cada uno de los detenidos en el asalto al chalé de Cala Jondal.
Allí, cuando el morador estaba en el interior, entraron varias personas encapuchadas y armadas con pistolas y bates de béisbol. Ataron y amordazaron al empresario, al que obligaron a entregar tarjetas bancarias y las claves para utilizarlas.
La víctima logró zafarse de sus ataduras y, al intentar huir, cayó por una ventana, de forma que se fracturó ambas piernas.