Los dos pilotos de una avioneta que realizaba el vuelo de regreso a su base desde Asturias, donde había dejado un órgano para realizar un trasplante, murieron ayer por la mañana al estrellarse el aparato en las cercanías del aeropuerto de Santiago de Compostela. Los fallecidos son Alejandro Bueno Nilson, copiloto, de 37 años y natural de Barcelona, y Daniel Fernández Orgaz, comandante, de 35 y originario de Bilbao, residentes ambos en la provincia de Barcelona, informó el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, en el lugar del accidente. Los cadáveres fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Santiago de Compostela.
En el momento del accidente en la zona se registraba una densa y baja niebla, dijeron vecinos de la parroquia de Carballal, donde se registró el siniestro. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, dio que los dos pilotos eran «dos personas que trabajaban para salvar la vida a los demás». El aparato había salido de su base de Santiago hacia Asturias para recoger a un equipo médico que debía trasladarse hasta Oporto para extraer un órgano, en concreto un corazón.
Finalmente, este corazón fue implantado con éxito en un varón de 54 años ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo.
Fuentes sanitarias y del aeropuerto dijeron que la avioneta llegó al aeropuerto asturiano, situado cerca de Avilés, a las 05.28 horas procedente de Oporto con el órgano, que fue trasladado después en ambulancia hasta el HUCA para realizar el trasplante.
Un amplio equipo médico se encontraba ya esperando para el trasplante de este corazón que era compatible con un paciente asturiano, intervención que se inició hacia las 6,00 horas.