Todo apunta a que eran profesionales, porque hicieron un butrón, desconectaron las alarma, instalaron parasoles para anular los sensores de movimiento y, tras toda esa actividad, ni una sola huella. «Se lo llevaron todo, absolutamente todo, solo dejaron las joyas expuestas en el escaparate, que están protegidas por una alarma diferente, y calculamos que, como mínimo, hablamos de unos 400.000 euros», explicó ayer Javier Gisbert, responsable de la joyería Hiper Oro, situada en el Passatge de Castaví, junto a la avenida Isidor Macabich de Vila.
Ayer por la mañana, la señora de la limpieza se encontró con la sorpresa. El robo se produjo durante el fin de semana. Hicieron un agujero en la pared de ladrillo de la caseta de contadores del portal que hay al lado y, de esta forma, accedieron al interior de la joyería.
«Oro al peso»
«Sabían a lo que venían, que era a por oro, y oro al peso, estaban muy preparados, se han llevado esclavas de comunión, de bebé, cruces, pendientes, unas 400 pulseras, gargantillas...», explicó ayer por la tarde el responsable del establecimiento.
Los especialistas del Cuerpo Nacional de Policía se han hecho cargo de la investigación de este robo. Ayer por la mañana la policía científica estuvo buscando huellas en el lugar, pero no encontraron ni una. «No sabemos si son españoles, si son rumanos, si son italianos... No sabemos nada», lamentó Gisbert, que dijo que es la primera vez que una joyería de Eivissa sufre un robo mediante un butrón.
Gisbert explicó que, tradicionalmente, el hecho de vivir en Eivissa ha proporcionado cierta garantía de seguridad, entre otras razones porque es muy difícil sacar de la Isla las joyas robadas.