Los restos del Nereida, el gran yate de lujo de 29,40 metros de eslora y 6,15 de eslora, que quedó destruido por el fuego en la noche del domingo al lunes, ya se encuentran en dique seco. Tras toda una jornada de trabajo en las instalaciones de Marina Ibiza, el mismo lunes, sobre las nueve de la noche, el barco quemado ya pudo ser remolcado hasta la zona del varadero del puerto de Vila. La grúa lo izó y ayer por la mañana el barco ya estaba en dique seco. El Nereida estaba amarrado en Marina Ibiza cuando comenzó a arder sobre las dos de la madrugada.
Dos vigilantes de seguridad del puerto deportivo ayudaron a salir del barco a otras dos personas que había en el interior, aseguró uno de los trabajadores. Estos mismos vigilantes ayudaron a desamarrar los barcos que estaban cerca del Nereida, de forma que se evitó que el fuego se propagara y causara aún más daños.
Según el gerente de Marina Ibiza, Daniel Marí, el incendio no causó daños en las infraestructuras del puerto deportivo.
Los bomberos del Consell d'Eivissa y el personal de las dos lanchas de las que dispone Salvamento Marítimo en la Isla se encargaron de la extinción del incendio. Con el fin de poder apagar el fuego se tomó la decisión de llenarlo de agua para sumergirlo.
Se cree que el fuego comenzó en la zona de popa por un problema eléctrico en el sistema de aire acondicionado.