El juez de instrucción número 4 de Córdoba, José Luis Rodríguez Laínz, ha imputado hoy a José Bretón, padre de los dos niños desaparecidos el pasado 8 de octubre en Córdoba, dos delitos de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco.
Según el auto dictado hoy, el juez ha decidido además levantar el secreto parcial de sumario decretado la semana pasada, por lo que las partes implicadas en el caso podrán solicitar las diligencias que consideren oportunas.
Así lo ha informado el abogado de Bretón, José María Sánchez de Puerta, a su salida de los juzgados, donde el magistrado le ha comunicado que ya obran en su poder los dos informes pedidos al Instituto Nacional de Toxicología que corroborarían que los restos óseos hallados en la hoguera de la finca de Las Quemadillas son de humanos.
Dicha hoguera fue realizada por Bretón el día en el que desaparecieron los menores y, aunque en un primer informe de la Policía Científica se aseguraba que no se habían encontrado restos humanos, otros tres informes posteriores determinan que los restos óseos hallados son de personas.
Nuevas instrucciones
En el auto, Laínz pide que se realicen una serie de instrucciones nuevas, así como la petición de día y hora para que el padre de Ruth y José, en prisión desde el pasado 21 de octubre acusado hasta hoy de dos delitos de detención ilegal, comparezca ante el juez tras los nuevos informes efectuados.
El magistrado ha acordado asimismo suspender la declaración testifical de los sobrinos de José Bretón y pedir a la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente que emita un dictamen sobre la forma en que se pudo producir la combustión de la hoguera que el encartado encendió el día de la desaparición.
Dicho dictamen también deberá aclarar la causa por la que el servicio de Prevención y Extinción de Incendios de Andalucía (Infoca) no constató la presencia del fuego hasta las 17.15 horas del 8 de octubre, así como los medios utilizados para ello, el tiempo previsible y el grado de temperatura que se pudo alcanzar.
Búsqueda de ADN
Entre las diligencias abiertas, el letrado ha recordado que aún quedan por llegar los informes que tratarán de buscar moléculas de ADN en los restos óseos y en el material retirado de la hoguera.
No obstante, según los informes periciales, hallar ADN sería muy complicado ya que las moléculas se destruyen a una temperatura de 300 grados, mientras que la hoguera pudo alcanzar un máximo de 800, según fuentes cercanas a la investigación.
Finalmente, Sánchez de Puerta ha admitido que su labor de defensa ahora será más difícil, aunque no ha decidido aún qué línea seguirá tras el giro que ha dado el caso.