«Le propinó una bofetada en la cara, ella se marchó corriendo, pero fue perseguida por el acusado, que logró propinarle diversas patadas y puñetazos en la cabeza». Así se explica en la sentencia lo ocurrido el 8 de agosto pasado en una calle situada cerca de la playa de es Pinet, en Port des Torrent, entre el acusado, J.M.G.P., y su pareja. Por estos hechos, constitutivos de un delito de malos tratos en el ámbito familiar, la juez del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, Martina Rodríguez, lo ha condenado a una pena de siete meses de prisión.
Ocurrió a plena luz del día en la vía pública. Eran las doce del mediodía y un agente de la Guardia Civil que estaba fuera de servicio vio desde el balcón todo lo ocurrido.
El agente bajó a la calle y comprobó que la mujer tenía un ojo hinchado y la cara roja. Ella negó haber sido agredida y no quiso denunciar, pero el testimonio del agente motivó la acusación del ministerio público, que solicitó para el acusado la pena de nueve meses de cárcel.
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