Un Volkswagen Golf, un Ford Escort, un Seat León, una furgoneta Renault Kangoo, un Hyundai o un BMW, son sólo algunos de los vehículos que se pueden encontrar en la zona de tierra que hay junto al aparcamiento de pago del barrio de es Pratet de Eivissa. Todos tienen en común, además de estar rodeados de grandes cantidades de basura, su estado de total abandono. Un simple vistazo a ellos basta para comprobar que el lugar parece más un desguace que un aparcamiento disuasorio. Y todo a escasos metros de la avenida de Santa Eulària, el puerto, el paseo de Vara de Rey o el popular barrio de la Marina.
«Cada día aparecen más coches destrozados en este lugar y si eso no fuera suficiente, los de los ingenuos que lo dejan aquí aparcado también los fastidian, como ese Hyundai al que hace muy pocos días le pincharon una rueda», explica un vecino de la zona mientras asegura que el lugar se ha convertido en refugio de personas sin hogar y con problemas de drogadicción.
«Siempre hemos sido un barrio serio y tranquilo, de gente de toda la vida, pero desde hace tiempo hemos notado que se ha ido multiplicado la presencia de personas que merodean por los alrededores del parking buscando trapichear con todo lo que pueden», aseguraba otro vecino al que le recientemente le robaron el coche aunque luego, afortunadamente, pudo recuperarlo.
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