Todo apunta a que se trata de una nueva muerte por intoxicación por drogas, si bien aún hay que esperar a los resultados de los análisis. El joven turista Paul Mark Guidon, dublinés nacido en 1991, falleció el sábado a mediodía tras darse un baño en la piscina del hotel de Sant Antoni en el que estaba alojado, la Casita Blanca. La investigación corre a cargo de la Policía Judicial de la Guardia Civil.
Al parecer, Guidon no padecía ninguna enfermedad grave que hiciera prever lo que ocurrió. Según los resultados de la autopsia, que se realizó en las oficinas del Instituto de Medicina Legal de Eivissa, el joven irlandés no murió por ahogamiento, ya que no tenía los pulmones encharcados. En la prensa de su país se apunta a un ataque al corazón como causa final del fallecimiento.