El cuerpo del turista de nacionalidad alemana y 25 años de edad que se lanzó al mar en la zona de sa Foradada, muy cerca de Cala Salada, poco después del mediodía del domingo ha sido hallado esta mañana sin vida al norte del islote que hay cerca de Cala Salada, y trasladado por los Geas de la Guardia Civil al puerto de Sant Antoni
Por otro lado, hubo un final feliz para la historia del pescador francés de 81 años que llevaba desaparecido en el mar desde el domingo por la tarde. Finalmente, cuando se temía lo peor, el helicóptero Helimer 207 de Salvamento Marítimo lo encontró en torno a las cinco de la tarde, a la deriva y a unas veinte millas de la isla de Tagomago. Estaba sano y salvo y únicamente presentaba síntomas de hipotermia.
La aventura de G.P, residente en el municipio de Santa Eulària, comenzó el domingo más o menos a las cuatro de la tarde cuando decidió hacerse a la mar con su pequeña zodiac, de unos tres metros de eslora, desde la zona de Cala Mastella. Según algunas fuentes, se trata de una persona que se maneja bien en el mar y que está acostumbrado a navegar sólo, aunque el domingo el mal estado de la mar le complicó el viaje impidiéndole regresar a casa a la hora prevista.
Por eso, su hermana denunció su desaparición en torno a las nueve de la noche e, inmediatamente, se pusieron en marcha los dispositivos de búsqueda. Tras recibir el aviso, los servicios de emergencia del 112, la Policía Local de Santa Eulària y la Guardia Civil comenzaron a rastrear por tierra las zonas de Pou des Lleó, Cala Boix, Cala Mastella y Cala Lenya, mientras que la lancha de salvamento Salvamar Markab, el helicóptero Helimer 207 y el avión de Sasemar 101 de Salvamento Marítimo hacía lo propio pero por el mar.