De todas las hipótesis que se han ido generando durante la intensa investigación del robo millonario perpetrado en el Grupo de Empresas Matutes, la que más fuerza tiene en este momento para los investigadores del caso es la de que en el golpe participaron al menos otras dos personas, además de los dos agentes del Cuerpo Nacional ya detenidos y confesos.
Si bien desde el principio existía la sospecha de que el primer agente detenido, R.G.G., que confesó ser el autor material del robo, no era el único que aquella noche, la del 26 al 27 de octubre, participó en el mismo, a raíz de lo ocurrido el pasado lunes por la noche al segundo agente arrestado, J.J.F., esta hipótesis ha cobrado mucha fuerza.
El lunes, dos personas encapuchadas y armadas se presentaron en la casa de J.J.F. y le golpearon hasta hacerle saltar varias piezas dentales con el fin de que les entregara «el resto del dinero». Nada más ha trascendido de forma oficial de lo ocurrido en la casa. Tan sólo que los encapuchados huyeron de la vivienda cuando comprobaron que la pareja de J.J.F. había logrado, presuntamente, soltarse las ataduras que le habían colocado y había avisado a la Guardia Civil. También persiste como incógnita si J.J.F. entregó o no dinero a los asaltantes, e incluso si se trató de un montaje encaminado a despistar a los investigadores.