El avión malasio desaparecido puede encontrarse en el Océano Índico, si las autoridades confirman que unos restos identificados a partir de imágenes de satélite pertenecen al aparato, según informaron hoy fuentes oficiales.
Los expertos sostienen que, de corroborarse que se trata de restos del vuelo MH370 de Malaysian Airlines, su desaparición el pasado 8 de marzo debería achacarse a causas humanas y no a un fallo técnico.
El Gobierno de Malasia pidió cautela, al tiempo que calificó de «pista creíble» el avistamiento de dos objetos por la Autoridad Australiana de Seguridad Marítima (AMSA) en las aguas del Índico.
El ministro malasio de Defensa y titular interino de Transportes, Hishamudin Husein, dijo en una conferencia de prensa en Sepang que hay que «corroborar y verificar» la información para no dar «falsas esperanzas» a la familia.
Husein señaló que cuatro aeronaves se dirigen al área donde las autoridades australianas rastrearon los dos objetos, a unos 2.500 kilómetros al suroeste de la ciudad australiana de Perth.
Un avión Orion de la Fuerza Aérea Australiana llegó al punto que indicaban las imágenes de satélite y más tarde se le sumaron una aeronave australiana, otra estadounidense y una tercera neozelandesa.
El ministro explicó que un avión australiano Hercules C-130 tiene previsto lanzar una boya de localización para contribuir a la búsqueda de los restos.
Un barco mercante y el HMAS Sucess de la Armada australiana también se dirigen al área en cuestión, aunque la baja visibilidad y el fuerte oleaje pueden dificultar los trabajos de rastreo.
Las autoridades malasias explicaron que, aún si se trata de restos del avión, desconocen lo que tardarían en encontrar las cajas negras del aparato que contienen la información necesaria para explicar lo ocurrido.
Según el titular malasio de Defensa, si los restos avistados pertenecen al MH370, consultarán la investigación del vuelo de Air France accidentado en el Atlántico en 2009, debido a las condiciones similares del mar.
Los primeros restos del Airbus 330-203 de la aerolínea francesa se encontraron a los pocos días, pero las cajas negras no fueron halladas hasta casi dos años después.
El ministro reiteró que las tareas de búsqueda, en las que participan 26 naciones, continuarán abarcando las 2,2 millones de millas náuticas cuadradas (unos 5,6 millones de kilómetros náuticos cuadrados) en Asia y el Índico.
Según los últimos datos del satélite, el avión pudo tomar dos rumbos tras desviarse de su ruta Kuala Lumpur-Pekín: hacia en el norte hasta el Mar Caspio o hacia el sur en el Índico.
Husein insistió en que están haciendo todo lo posible para informar a las familias de los desaparecidos y que están investigando el incidente de la víspera cuando varios de ellos irrumpieron en la sala de prensa exigiendo respuestas y tuvieron que ser desalojados a la fuerza.
«Para las familias alrededor del mundo, la información que más anhelan saber no la tenemos: la localización del MH3790», subrayó el ministro malasio en un hotel de Sepang, situado cerca del Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur.
El avión Boeing 77-200 desapareció del radar unos 40 minutos después de despegar el pasado 8 de marzo de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo, cuando se desvió de su ruta hacia Pekín.
El vuelo llevaba cuando despegó 153 chinos, 50 malasios (12 forman la tripulación), 7 indonesios, 6 australianos, 5 indios, 4 franceses, 3 estadounidenses, 2 neozelandeses, 2 ucranianos, 2 canadienses, 1 ruso, 1 holandés, 1 taiwanés y 2 iraníes que embarcaron con pasaportes robados a un italiano y un austríaco.