La Fiscalía solicita 11 años de cárcel para el presunto autor del incendio que arrasó, a finales de mayo de 2011, hasta un total de 1.576 hectáreas de pinar en la Sierra de Morna, en Sant Joan de Labritja, convirtiéndose así en uno de los más graves de la historia de Baleares. El inculpado se sentará entre el próximo lunes y el miércoles en el banquillo de los acusados para ser juzgado por estos hechos.
Junto a la pena de prisión, el Ministerio Público también reclama para el reo, de nacionalidad argentina y residente en España, que indemnice al Govern con el pago de 232.091 euros -correspondientes al coste total de las labores de extinción de las llamas- y, en la cantidad que se determine tras el juicio, a los propietarios de las numerosas viviendas y fincas que resultaron afectadas por el fuego. El procesado será juzgado en Eivissa por el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares.
En concreto, los hechos acaecieron sobre las 10.00 horas del 25 de mayo de 2011, cuando Martín Norberto C.C., quien tras ser detenido ingresó en prisión sin fianza, se encontraba manipulando un ahumador en una colmena de abejas situada en una zona boscosa rodeada de matorrales, maleza y pinos.
Según el escrito de calificación de la Fiscalía, el procesado comenzó a insuflar humo «con el más absoluto desprecio de las más elementales normas de prudencia y cuidado» y sin condiciones de seguridad, al no ir provisto de agua, no crear previamente un perímetro de seguridad limpiando de hojarasca y arbustos secos la zona o al usar el ahumador en el interior de la masa forestal en época de peligro de incendios, de acuerdo al artículo 3 del Decreto 125/07.
Así, como consecuencia de accionar el aparato en repetidas ocasiones, varias pavesas provenientes de su interior salieron dispersadas y sin que el acusado inspeccionase posteriormente el lugar, lo que provocó que se iniciase un incendio que fue declarado oficialmente extinguido el 3 de junio, tras haber sido evacuados entre 80 y 100 domicilios distribuidos en las zonas de Portinatx y Sant Joan.
Las llamas, relata la acusación pública, arrasaron hasta 1.576 hectáreas en su mayor parte de pinar, situado en suelo rústico protegido catalogado como Area Natural de Especial Protección (ANEI). Dado que se trataba de un lugar donde existía un elevado número de viviendas habitadas y ante las dimensiones que estaba alcanzando el fuego totalmente descontrolado, en unos casos los propietarios tuvieron que abandonar precipitadamente las mismas y en otro fue necesario desalojarlas.
LOS INCENDIOS MAS GRAVES ORIGINADOS EN LAS ISLAS
Sólo por delante de este incendio se encuentra en gravedad el producido en S'Alqueria (Artà) el 31 de agosto de 1992 y que afectó a un total de 2.044 hectáreas. Le siguen en superficie afectada el originado en Ses Bases (Andratx) el 1 de junio de 1994, que quemó 1.266 hectáreas; el de Sa Duaia (Artà) el 8 de octubre de 1999 que abrasó 1.112 hectáreas y el de Ca'n Canals y Son Sanxos (Artà) producido el 10 de agosto de 1994, que calcinó 901 hectáreas.
A continuación, se encuentran el de Na Burguesa (Calvià) el 31 de julio de 1993 que afectó a 492 hectáreas; el de Ca'n Lleig y Es Bosc (Escorca) el 14 de septiembre de 1993 que incendió 473 hectáreas y el de Son Ganxo (Manacor) el 4 de agosto de 2000 que quemó 414 hectáreas.
No obstante, el incendio originado en agosto de 2010 en la cala ibicenca de Benirràs, que calcinó alrededor de 350 hectáreas, fue el primero en Baleares en el que se decretó el nivel 2 y pasó a formar parte de la lista de incendios más importantes del archipiélago balear, atendiendo a la superficie afectada.