Los nueve inquilinos de una casa de lujo, entre ellos cinco niños, uno de solo siete meses, se salvaron de sufrir una intoxicación por humo porque durmieron con las puertas de sus habitaciones completamente cerradas para conservar el frío del aire acondicionado, que dejaron en marcha toda la noche, informaron ayer los bomberos del Consell d'Eivissa.
Acababan de llegar a la vivienda de alquiler, una casa de lujo de tres plantas y piscina, ese mismo día. Se trata de los padres, dos niñeras, y los cinco niños, de siete meses, cuatro años, siete años, ocho años y once años.
La alarma saltó casi a las seis de la mañana. Alguien de la zona avisó a los bomberos de que salía humo de esta casa. Al parecer, la causa era que alguien había olvidado unas servilletas sobre un fogón que no estaba del todo apagado. No generó llamas, pero sí una combustión muy lenta de la que salió gran cantidad de humo.
Cuando llegaron los bomberos se encontraron con la casa, llamada Villa Roca y ubicada en un camino que nace del punto kilométrico 4.100 de la carretera de Sant Josep, completamente llena de humo.
Lo primero fue evacuar a los nueve moradores de la casa, que resultaron completamente ilesos. Por suerte, todas las habitaciones de la casa estaban en el piso de abajo.
Después los bomberos tuvieron que sacar todo el humo de los tres pisos de la vivienda. Para ello emplearon grandes ventiladores. Los bomberos terminaron el trabajo sobre las ocho menos cuarto de la madrugada.
Al lugar del suceso se desplazaron seis bomberos en dos vehículos. También acudieron patrullas de la Policía Local de Sant Josep y de la Guardia Civil.