El empresario Javier Pierotti, uno de los primeros y principales denunciantes de la corrupción en Magaluf, declaró hace varios días como testigo ante la juez del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma, que instruye la causa. Pierotti expuso ante la juez lo que estaba ocurriendo en Magaluf, tal y como venía denunciando en los dos últimos años, y también le explicó que había recibido amenazas de muerte.
El cadáver de Pierrotti, de 40 años, fue hallado el sábado en la zona del Castell d'Alaró, en un punto tranquilo con buenas vistas. La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y determinó que el empresario se había quitado la vida de forma voluntaria. Javier Pierotti vivía en Alaró y también había dejado una carta en la que anunciaba su intención de suicidarse. No obstante se estaba pendiente de los resultados de la autopsia.
Forense
Ayer por la mañana se practicó la autopsia al cadáver del empresario argentino que llevaba 19 años trabajando en Punta Ballena. El análisis forense reveló que el hombre se envenenó al ingerir productos para animales y un fármaco para no vomitar, además de alcohol. Tras los resultados de la autopsia se confirman, pues, las conclusiones a las que hable llagado la Guardia Civil tras inspeccionar el cadáver, el lugar de los hechos y realizar pesquisas sobre las circunstancias que han rodeado la muerte de Pierotti.
El empresario, que padeció un tumor y perdió un ojo, había criticado duramente al Ajuntament de Calvià y determinados empresarios de Magaluf ante la degradación que estaba sufriendo la zona.
En su blog de internet expresaba los problemas y soluciones que padecía la zona turística, que conocía de primera mano. Entre otras cuestiones consideraba «lamentable ver como durante muchos años, tantas personas han hecho la vista a un lado por sus diferentes intereses particulares o de grupo, sin importarles las consecuencias». «El beneficio ganado por algunos ha desencadenado en un claro perjuicio para la mayoría», argumentaba.