Ayer a las 18, 40 horas los ocupantes de un Ford Focus gris se llevaron uno de los mayores sustos de su vida. La conductora, que acababa de recoger el coche en un taller de Santa Eulària y su acompañante tuvieron que salir apresuradamente del vehículo cuando notaron que el coche se incendiaba por los bajos del turismo.
Según explicó la hermana de la conductora, ésta sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que estar una rato tumbada en el césped de la rotonda mientras sus familiares la asistían y la tranquilizaban. Al mismo tiempo los bomberos apagaban el coche que se encontraba totalmente cubierto por las llamas.
Al lugar del siniestro asistieron la Policía Nacional y la Policía Local que ayudaron a desviar el tráfico, la Guardia Civil y una dotación de bomberos con cinco efectivos. En un primer momento parecía que los bomberos conseguían apagar las llamas pero luego un escape de combustible avivó de nuevo el fuego y tuvieron que sofocar el incendio con espuma para acabar de apagar completamente el vehículo, que quedó totalmente calcinado.