Un tramo del muelle de Marina Botafoch quedó inundado durante la noche del pasado viernes, afectando a las terrazas de algunos establecimientos de restauración, que quedaron inhabilitadas.
El agua superó el nivel del suelo, alcanzando algunos centímetros de altura y cortando el paso a los viandantes. Además, también dejó impracticables las mesas exteriores de los restaurantes y cafeterías en una situación que, al parecer, se repite cada cierto tiempo.
Esta circunstancia coincidió con la tormenta que descargó esa noche en Eivissa, aunque los empleados de las empresas náuticas de Marina Botafoch restaron importancia al chubasco e indicaron que este fenómeno se produce periódicamente con independencia de las lluvias.
Además, explicaron que la principal causa de las inundaciones son las bajas presiones atmosféricas y las mareas provocadas por la luna llena: «Sucede cada cierto tiempo de manera habitual, pero no representa ningún problema», explicó uno de ellos.
Durante la mañana del sábado, amplios charcos todavía atestiguaban la inundación, las mesas exteriores de una cafetería seguían inutilizables y el agua se mantenía a escasos centímetros del muelle. «Puede subir y bajar la marea varias veces al día», comentó un operario náutico.
Mientras, los clientes se agolpaban en las mesas interiores, protegidos del agua en el interior de los establecimientos y sin poder tomar sus consumiciones en el exterior.