Al menos 40 personas murieron al estrellarse este miércoles un avión de carga que había despegado poco antes del aeropuerto internacional de Yuba, en Sudán del Sur, según informaron medios sudaneses.
La radio Miraya, operada por la misión de la ONU en Sudán del Sur, indicó en su cuenta oficial de Twitter que, según el director del aeropuerto de Yuba, solo tres personas sobrevivieron al accidente.
Se desconoce el número de personas que viajaban en el avión al no haber una lista de pasajeros, mientras que la tripulación estaba compuesta por cinco rusos, de acuerdo con los primeros datos ofrecidos por el periódico National Courrier.
Las informaciones siguen siendo algo confusas, ya que el responsable de emergencias del aeropuerto de Yuba, Stephen Warikozi, dijo desde el lugar del suceso que hasta ahora no hay una cifra concreta del número de víctimas, aunque «la tripulación estaba compuesta por personas de seis nacionalidades diferentes».
Warikozi afirmó que el siniestro del avión se produjo dos minutos después de su despegue y que todavía no se han recuperado las cajas negras del aparato.
Las autoridades del aeropuerto de Yuba negaron en un comunicado la posibilidad de un acto terrorista en la caída del avión y señalaron como causa del suceso un «fallo técnico».
La aeronave siniestrada es un Antonov 12 de carga que se dirigía desde la capital sursudanesa a la ciudad de Paloich, en el estado de Alto Nilo.
Se estrelló a 800 metros del aeropuerto en una zona con bastante vegetación, en la que trabajan los servicios de emergencia del Ministerio de Sanidad y voluntarios de ONG para recuperar los cuerpos y ayudar a los supervivientes.
En Sudán del Sur se han registrado varios incidentes con aviones en los últimos dos años, causados por el conflicto armado que enfrenta al Gobierno de Salva Kiir y los rebeldes de Riek Machar.
En noviembre de 2014, un avión de carga de la Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se estrelló a causa de un accidente y dos personas murieron.
El accidente aéreo de este miércoles tiene lugar después de que el sábado pasado se estrellara un avión ruso en la península egipcia del Sinaí con 224 personas a bordo, en un suceso cuyas causas están siendo investigadas.