Agentes de la Guardia Civil detuvieron el martes en Eivissa a Nickolas Strange, hijo de un destacado narcotraficante galés que cumple condena en su país por un delito de blanqueo de capitales y tráfico de drogas.
Según confirmaron fuentes de la investigación, la detención se produjo en cumplimiento de una orden europea de detención emitida por las autoridades británicas.
Strange estaba en búsqueda por el supuesto tráfico a gran escala de droga y el blanqueo de dinero, los mismos delitos por los que el pasado marzo fue condenado su padre.
Los agentes de la Guardia Civil le sorprendieron cuando procedía a desembarcar de un ferry que había partido desde Denia. Nickolas Strange residía en Cala de Bou.
Crimen organizado
El digital WalesOnline informaba ayer que la Agencia Nacional de Inteligencia advirtió a las autoridades españolas que Nickolas Strange, sospechoso de ser miembro del mismo grupo de crimen organizado que su padre, se había trasladado a la residencia que tiene en Eivissa.
La investigación de la Guardia Civil derivó en la localización y posterior captura del hijo del relevante narcotraficante galés encarcelado desde hace dos meses.
El joven detenido fue trasladado horas después a Madrid bajo custodia policial.
Las mismas fuentes apuntaron que los trámites de extradición estaban en marcha para hacer efectiva la entrega del presunto narcotraficante a las autoridades de su país.
La detención de Nickolas se produce meses después del operativo desplegado por la Agencia Nacional Contra el Crimen (NCA) del Reino Unido, que se cobró la detención de varios miembros de una banda de narcotraficantes muy activa en el Reino Unido, especializada en mover grandes partidas de cocaína.
LA NOTA
Clan familiar
Nickolas está acusado de integrar la misma organización criminal que su padre, Neil Strange, de 61 años. Neil está actualmente cumpliendo una pena de ocho años y medio de prisión tras declararse, hace dos meses, culpable de blanquear dinero procedente de la venta de droga.
La detención de Neil Strange se produjo tras una investigación que finalizó con la incautación de 1,2 millones de dólares en cocaína y 134.000 dólares en efectivo.