Martes 30 de agosto. 6.20 horas. Una joven británica de 27 años es atropellada mortalmente cuando cruzaba irregularmente la carretera de Sant Carles. Elisabeth Buckle era la víctima mortal número 16 de un verano especialmente negro en las Pitiüses.
Una muerte trágica cada tres días es la media resultante en julio y agosto.
La lista de fallecidos se inició el 12 de julio. Una primera muerte por sobredosis que daba paso a una semana especialmente fatídica con siete muertos, todos hombres, entre los días 12 y 16. De hecho, no habían transcurrido ni 24 horas cuando el balance de fallecidos sumaba otro caso por idéntico motivo, un joven hallado muerto en su apartamento de Platja d'en Bossa.
Muertes en el asfalto
Las carreteras de Eivissa han sido el escenario de ocho de las 16 muertes.
La primera víctima fue un motorista que falleció el 8 de julio, tras cinco días hospitalizado.
Días después la carretera se cobraba la vida de dos peatones en sendos atropellos. El día 13 de julio, un vecino de Santa Eulària de 60 años era arrollado mortalmente en la carretera de Sant Carles. 24 horas después, un segundo atropello se cobraba la vida de un hombre en la carretera del aeropuerto.
El 16 de julio fue la jornada más negra con tres muertos, dos de ellos motoristas.
A primer hora de la mañana un motorista de nacionalidad argentina falleció al empotrarse contra un muro en el Camí Vell de Sant Mateu. Ya por la noche, un vecino de Vila de 72 años fallecía arrollado al bajarse de su moto cuando circulaba por la ronda de Vila.
Ahogados
La tercera muerte del 16 de julio fue un joven turista británico de 18 años ahogado en Caló des Moro. A lo largo de julio y agosto se registraron otros tres ahogamientos. Las víctimas: un turista luxemburgués fallecido en ses Figueretes; una submarinista holandesa muerta en Cala Martina, y un submarinista francés fallecido en Formentera.
Caídas mortales
La lista de fallecidos accidentalmente en Eivissa también recoge la muerte de un hombre de 30 años que se precipitó la madrugada del 23 de julio desde una altura de seis pisos en Sant Antoni.
A la muerte de este precipitado se sumó el fallecimiento de un bañista de 48 años que se resbaló y golpeó la cabeza en Caló des Moro. Ocurrió el día 7 de agosto.
Dieciséis muertes a las que se suman varios heridos críticos como los heridos en la explosión de un barco en Marina Ibiza o las víctimas de varios accidentes de tráfico como el registrado el miércoles en Formentera, que ya ha salido de la UCI.