El Tribunal Supremo ha condenado a tres años y medio de prisión a un estafador que, bajo la apariencia de curandero, engañó a una mujer que padece una psicosis delirante e hizo que le comprara coches de alta gama y vendiera su vivienda para quedarse con su dinero, hasta robarle un total de 109.527 euros.
La sentencia endurece la pena que la Audiencia de Tenerife impuso al reo, a quien el tribunal canario castigó solo con dos años de cárcel en un fallo que, a juicio del Supremo, aplicó mal el Código Penal.
«El delito continuado siempre se sanciona con la mitad superior de la pena», le recuerda el tribunal a los magistrados canarios. Sobre esta base, el Supremo acepta el recurso del fiscal y endurece la castigo que recae sobre el condenado.
El estafador, cuyo nombre responde a las iniciales A.F., «se desplazó en varias ocasiones desde Cuenca hasta Tenerife para hacerle a la víctima supuestos tratamientos de ciencias ocultas para curarla de los males que, según él, la aquejaban», todo a costa de la paciente, señala el relato de hechos de la sentencia.
Luego la convenció «para que fuera a su domicilio, en Cuenca. Una vez allí, además de aprovecharse de ella para hacer diversas compras, consiguió que adquiriera diversos bienes que, supuestamente, iban a ser transmitidos a diversos curanderos del extranjero con los que había contactado», entre ellos dos coches de alta gama y una motocicleta, continúa.
Además, la convenció para que le otorgase un poder que le autorizaba para la venta de su domicilio, actuando con la intención de apropiarse del dinero de la venta. En total el perjuicio económico causado ascendió a 109.527,68 euros.
La víctima «padece un trastorno mental catalogado desde un punto de vista psiquiátrico como trastorno de ideas delirantes, una forma poco frecuente de psicosis», recuerda también la sentencia.