Cuando los habitantes de la aldea de Célebes (Indonesia) iniciaron la búsqueda de su vecino Akbar Salubiro, de 25 años, no se podían ni imaginar donde encontrarían su cuerpo.
El joven se marchó a recolectar aceite de palma y esa fue la última vez que sus vecinos le vieron, según recoge el diario 'Daily Mail'.
Inmediatamente empezaron las labores de búsqueda de Akbar. En el jardín de su casa, encontraron una enorme pitón de siete metros de largo. Dentro de su vientre, los testigos afirman que se podían ver con claridad las botas del hombre desaparecido.
Tras capturar a la serpiente y matarla, los vecinos abrieron su vientre del que salió el cuerpo sin vida de Akbar.
Las pitones son serpientes que envuelven a la víctima con el fin de asfixiarla y después engullirla entera.
Pues pobre chico. Y después de esto, aún habrá desquiciados que adopten a un bicho de estos como mascota o, peor aún, que les den de comer perritos y gatitos vivos, como aquella indeseable de Granada, que cuando vi la foto de la serpiente enroscada por el cachorrito muerto se me partió el alma. Tendría que prohibirse tener y vender según que tipo de animales.