La clase de los submarinistas del CEIP Sant Antoni de 4º B hizo ayer honor a su nombre y realizó su bautismo de buceo bajo las aguas de la piscina de Can Coix. Los alumnos llegaron sobre las 09:30 horas y pasadas las 10:00 ya empezaban a meterse en la piscina pequeña para acostumbrarse al agua y pasar luego a la piscina grande equipados con bombonas, gafas y tubos de buceo bajo la supervisión de su tutor de clase, Cristian Marín, y dos instructores de Arenal Diving.
Una actividad promocionada por el propio profesor: «Es la primera vez que realizamos una actividad así y los niños están muy ilusionados; es un bautismo en el que han tenido una charla previa para que sepan cómo actuar y conozcan cómo funciona todo antes de hacer la prueba práctica en la piscina con los instructores», explicó.
Cada clase elige al principio de curso un nombre y los alumnos de 4º B de Primaria eligieron ‘los submarinistas'. Por ello, decoraron la clase con motivos relacionados con este mundo y, esto, unido a que a Cristian siempre le gustó «que los niños palpen lo que están estudiando», se convirtió en el germen de esta actividad que se hizo posible finalmente gracias a un padre y al apoyo de las empresas Arenal Diving, Lanchas Ibiza y Mes Intim.
Según Marín, las preguntas más frecuentes de sus alumnos durante las clases teóricas fueron sobre las bombonas y el aire: «Los niños tienen muchas dudas sobre las bombonas, cómo pueden tener aire dentro o cómo puede ser que puedan respirar bajo el agua, pero también les atrae lo que hay bajo las aguas de Eivissa como los barcos hundidos o los lugares más bonitos del mundo para poder bucear», explicó el profesor mientras confirmaba que sus estudiantes «estaban tremendamente ilusionados».
Una sensación que confirmaron los propios protagonistas. «Nos han enseñado quienes son los submarinistas más famosos, los paisajes, los signos, la vestimenta y cómo usar las bombonas», comentó Dana Rojo, mientras explicaba que tenía claro la forma de comunicación subacuática: «Debajo del agua son muy importante los signos para indicar si estás bien o no, o decir que quieres subir o bajar».
Por su parte, Lucas Alcalá también lo tenía claro: «Lo importante es hacer bien los signos y pasarlo bien», aseguró e indicó que a él le gustaría hacer submarinismo de mayor para «bucear en el mar y ver animales marinos». Lo mismo que Lía Leite, a quien le encantaría «ver cómo es por debajo del mar y los diferentes sitios que hay».
Mientras, el alumno Bruno Prats también estaba muy emocionado con la actividad ya que, entre otras cosas, su hermano es submarinista. «Mi hermano me ha dicho que me lo pase bien y yo siempre he querido bucear».
Ningún alumno faltó ayer a esta cita excepto uno que estaba enfermo y otra niña que, impresionada con el tema de las bombonas, prefirió dejarlo para cuando tenga unos años más. Los demás disfrutaron de toda una experiencia que les introduce en un mundo increíble y lleno de posibilidades como es el descubrir el fondo marino, una afición que podría convertirse en una profesión como la de los instructores de Arenal Diving que ayer estuvieron muy atentos a la reacción de los pequeños bajo el agua.