La policía que investiga la muerte del actor Philip Seymour Hoffman ha encontrado cerca de cincuenta dosis de heroína en su apartamento neoyorquino, según fuentes de la investigación citadas por CNN.
También se han encontrado más de veinte jeringuillas usadas, medicamentos que se expiden con receta y bolsas vacías que aparentemente contenían dosis de heroína, y, según el New York Post, la policía está investigando quién había suministrado los estupefacientes.
Hoffman, de 46 años, fue encontrado muerto este domingo en el cuarto de baño de su apartamento en el West Village de Nueva York, con una jeringuilla todavía clavada en el brazo, lo que hace suponer que el fallecimiento se debió a una sobredosis.
La oficina forense de Nueva York tiene previsto realizar la autopsia del cadáver durante el día de hoy, según apuntaron por otra parte otras informaciones.
El actor, ganador de un Óscar en 2006 por su interpretación del escritor Truman Capote en «Capote» y candidato a la estatuilla como mejor intérprete de reparto en otras tres ocasiones, había confesado el año pasado que había recaído en las drogas.
Hoffman reconocía que había estado limpio durante 23 años, después de que a los 22 dejó el alcohol y los narcóticos tras un momento de pánico, según admitió en una entrevista con un programa de la cadena televisiva CBS, en la que indicó que en su juventud «me gustaba todo lo que podía echarle la mano encima».