El maestro José Ortega Cano se sienta con nosotros a tomar un café mañanero y a charlar en el restaurante Rapha's, en Can Picafort, frente al hotel donde se hospeda. El que fuera matador de toros y viudo de la más grande, Rocío Jurado, se ha venido a Mallorca unos días con su pupilo, el diestro Morenito de Aranda, del que es apoderado, para verle torear en Muro.
Ortega Cano recuerda que estuvo en Inca hace algunos años con Rocío Jurado, una mujer que «sigue estando ahí» para el exmatador de toros, quien rememora que lo acompañó a la capital de es Raiguer y que, «incluso entre la gente joven que no llegó a verla cantar hay seguidores» hoy en día.
Ante las noticias de que Ortega Cano volverá a los ruedos, el diestro reconoce que será «por un día», ya que quiere «dar una corrida con espectáculo y máximo atractivo, por lo que pensé en un cartel formado por Morante, José Mari Manzanares y yo».
Por otro lado, ante la pregunta de si cree que está de moda ser antitaurino Ortega Cano responde que «es muy respetable, pero, por otra parte, al que no le gusten los toros, pues que no vaya». Ante este tema tan polémico, opina que «los taurinos tenemos nuestra parte de culpa al no insistir a los jóvenes para que se hagan aficionados a los toros». Asimismo, descarta la idea de que cuanto más a la izquierda están los gobiernos más antitaurinos son: «Yo he conocido a políticos de izquierdas que son muy taurinos. No creo que eso tenga nada que ver».