Ana Obregón ha aclarado este miércoles en ¡Hola! que la pequeña nacida por gestación subrogada en Miami en realidad es su nieta: «Esta fue la última voluntad de Aless, la de traer un hijo suyo al mundo». Por lo tanto, aunque legalmente la pequeña es su hija, genéticamente sería su abuela ya que ha sido concebida con el semen de su hijo y el óvulo de la madre gestante. Tal y como detalla la propia Obregón, cuando su hijo comenzó el proceso de quimioterapia «guardó muestras de su esperma, por si los medicamentos le afectaban en el futuro, para asegurarse de poder tener hijos».
Estas muestras, que estaban conservadas en Nueva York, han sido las que se han utilizado para llevar a cabo la gestación. Uno de los vínculos que más dudas genera es el de la bebé con Alessandro Lequio: el colaborador televisivo sería su abuelo biológico aunque legalmente, y si no se informa de lo contrario, no tendría vinculación legal. Respecto al difunto Aless aunque en realidad es su padre biológico, en los papeles figura como su hermano. Un usuario incluso ha querido aclarar en un tuit de forma esquemática los parentescos:
Por su parte la revista Lecturas ha publicado en exclusiva las imágenes de la madre gestante: «Se trata de una mujer, que responde a las siglas Y.E.V.P., de origen cubano afincada en Florida». Hay que tener en cuenta que el propio Lequio especificó en El programa de Ana Rosa que «la gestante de la niña no es la madre, es otra persona», de este modo aclaraba que la gestante y la donante eran mujeres distintas.
Respecto a si tuvo dudas sobre dar este paso, Ana ha sido rotunda y ha asegurado que tomó la decisión desde el primer momento ya que fue la última voluntad de su hijo. El joven se lo comunicó de palabra a su padre y a ella una semana antes de fallecer: el proceso por el que lo hizo fue el denominado testamento ológrafo, un documento escrito a mano y firmado por el propio testador regulado en el artículo 688 del Código Civil español. Es más, Ana no descarta tener más niños: «Mi hijo quería tener cinco hijos, así que a lo mejor el niño llega también algún día».