La 12ª edición de MasterChef ya tiene ganadora: Ángela se ha hecho con los 100.000 euros en efectivo y un Master de cocina de altíssimo nivel tras una evolución espectacular en el concurso culinario más famoso del país. La joven ha hecho realidad una de sus ilusiones y lo tiene todo para hacer realidad el sueño que ya anunció cuando entró al talent show, imaginando lo que haría si ganase.
La joven cocinera que acapara toda la atención este martes tiene 29 años y es natural de Valencia, aunque ahora reside en Madrid. Aunque se ha establecido allí, es un 'culo inquieto' y ha vivido en diferentes partes del mundo como en Estados Unidos o Australia. Los viajes son una parte importante de su vida, que la ha llevado a visitar lugares como China, Vietnam o Filipinas. En las expediciones, además de saciar su curiosidad por ver mundo, también ha tenido la oportunidad de conocer distintas culturas gastronómicas, algo que, sin lugar a dudas, nunca está de más a la hora de cocinar.
En cuanto a su oficio, antes de entrar en los fogones de MasterChef, no se dedicaba profesionalmente a la cocina, sino que trabajaba de publicista y 'talent manager' o reclutadora de talentos. También ha hecho sus pinitos como batería, faceta que vive más como afición que como profesión. Junto a esta, una de las facetas que más la caracterizan es su lado familiar, pues, según ha reconocido a lo largo de la temporada, la familia le ha marcado mucho. De hecho, esta pasión por la vida entre los fogones tiene sus raíces en un vínculo y recuerdo muy familiar. En concreto, de su madre, quien regentaba distintos negocios relacionados con la hostelería en su Valencia natal, algo que Ángela vivió desde primera línea en la infancia y le interesó desde el principio. También puede haber influido los recuerdos de su abuela en la cocina, elaborando platos para degustar entre toda la familia.
Sin duda, su mayor sueño, según confesó en una de las entrevistas, tiene mucho que ver con esas raíces. Y es que al inicio de la temporada, cuando le preguntaron qué haría si ganaba MasterChef, Ángela fantaseaba con abrir su propio restaurante con su pareja (un dato curioso que supimos a raíz de charlas casuales entre los fogones del plató es que a la joven valenciana le aborrece Disney, aunque finge que le gusta para contentar a su pareja, quien, según Ángela, está un poco obsesionada con el universo de Walt Disney). Ahora, con los 100.000 euros en efectivo que ha conseguido con el primer puesto en MasterChef, además del prestigioso Master y todo el reconocimiento del público, Ángela lo tiene todo para ser de aquellas afortunadas que puede presumir de haber cumplido uno de los sueños de su vida.