EFE - NUEVA YORK
Carlos Moyá se convirtió ayer en el tercer cabeza de serie que se
retiró del Abierto de Estados Unidos después que lo hizo en el
tercer set del partido de segunda ronda que disputaba contra el
francés Nicolás Escude.
El ex número uno del mundo iba perdiendo por 6-1, 6-4 y 0-1 cuando se acercó a la red y le dijo a Escude que no podía continuar. Moyá, octavo cabeza de serie, no puso superar los problemas lumbares que se le presentaron al comienzo del partido cuando perdía 4-1 en la primera manga y aunque lo trató el fisioterapeuta del torneo con masajes no pudo superar los dolores.
«Lo intenté, pero el dolor iba a más no tenía movilidad y creo que no merecía la pena continuar», declaró Moyá. «Me habían infiltrado varias veces para superar las molestias antes del partido, pero no resultó».
La retirada de Moyá dejó al último torneo de Gran Slam sin los cuatro semifinalistas del año pasado después de irse el estadounidense Pete Sampras, sin jugar por hernia discal, el australiano Patrick Rafter, con lesión de hombro, y su compatriota Mark Philippoussis, que no entró por lesión. El mallorquín se centrará a partir de ahora en la preparación del Mallorca Open, que se celebrará la próxima semana en el Coliseo Balear de Palma.