La directora general d'Esports del Govern balear, Joana Maria Petrus, aseguró en Formentera que el campo de fútbol debe ser demolido: «Coincido con la opinión tanto del concejal de Deportes del Ayuntamiento, Felip Portas, como del técnico de la Conselleria d'Esports del Consell en que no vale la pena hacer ninguna reforma. Hay que demolerlo y hacerlo absolutamente nuevo». Además aseguró que dado el volumen de días de viento en la isla y los efectos que tiene, «el campo debe ser de césped para asegurar su uso continuado». Petrus visitó ayer las instalaciones de Formentera, como parte de su primer viaje a las Pitiüses de toma de contacto con los distintos consistorios y sus necesidades. A este respecto, aseguró que «las infraestructuras deportivas de la isla de Formentera dejan mucho que desear».
«Por pocos habitantes que tenga este municipio, no hay duda de que es una isla y que como tal no tiene posibilidades de utilizar otros espacios deportivos que los escasos que hay en estos momentos», añadió. La directora general visitó las instalaciones escolares y afirmó: «Lo único que cubre más o menos los requisitos del Consejo Superior de Deportes (CSD) es el módulo M-1 que simplemente es una pista cubierta, a la que no se puede llamar pabellón polideportivo, sólo porque esté cubierto». «Si este es todo el espacio cubierto que tiene la isla, es imprescindible hacer un pabellón que pueda albergar muchas más disciplinas deportivas», explicó.
Respecto de la piscina Petrus afirmó que su cubrimiento no es «tan prioritario como su climatización». «Para ello, haré que se desplacen técnicos del Govern y que evalúen el coste de su instalación, además de estudiar los problemas de óxido que han aparecido en la misma». «Esta instalación y el módulo M-1 no tienen ni un año y ya hay carencias de acabado de las obras, por falta de control sobre los constructores», aclaró. Sobre los plazos, Petrus aseguró que una de las primeras cosas en el 2000 será la piscina, aunque «las prioridades las marcará el propio Ayuntamiento».