La Peña Deportiva de Santa Eulària se encuentra ante su hora de la verdad. Del encuentro de esta tarde ante el Santa Ponça (17.30h) depende que el objetivo marcado por el club a principio de la temporada sea una realidad celebrada o entre en el patíbulo, condenado a muerte por la falta de resultados. Un punto es lo que separa a los hombres de Ortiz y Oliver de lograr la cuarta plaza en la clasificación y, por tanto, una de las cuatro plazas de la liguilla de ascenso a Segunda B. Si la Peña, que depende de si misma, gana logrará su objetivo; si empata logrará su objetivo y si pierde y el Sporting Mahonés pierde o empata, también logrará su objetivo.
Sobre el papel la situación no podría ser más favorable, pero hay circunstancias a tener en cuenta. En primer lugar el partido se juega fuera de casa, situación que no ha sido muy favorable a los de Santa Eulària en los últimos enfrentamientos. Por otra parte, el partido de ida fue escenario de agresiones a dos jugadores del conjunto mallorquín, por las que Juan Luis Oliver estuvo sancionado 11 partidos, con lo que es de prever que el ambiente esta tarde esté algo enrarecido y que en consecuencia la presión sobre el conjunto ibicenco sea mayor de lo habitual.
Sin embargo, los de Santa Eulària son conocedores de estas circunstancias y en virtud de la posición que ocupan en la tabla deberían ser capaces de resolver el envite a su favor. Por su parte, el gran rival de la Peña en estas últimas jornadas, el Sporting Mahonés se enfrentará también en un partido decisivo ante el Poblense, equipo ante el que sólo le vale la victoria si quiere aprovechar su única oportunidad de superar a la Peña Deportiva. Sin embargo, los menorquines deben confiar en el fallo de los ibicencos.