El baloncesto vive desde hace algunos años una situación de revitalización en las Pitiüses. El trabajo iniciado por Pere Ribas y que ahora continúa el actual delegado insular Miguel Tomás está llevando a extender la práctica del baloncesto a todos los rincones de las Pitiüses.
Precisamente, dentro de una semana el baloncesto pitiuso celebrará el final de la temporada con la tradicional fiesta fin de campaña en la que se hará entrega de todos los trofeos correspondientes a la temporada 99-2000. Dentro de unos años, y si sigue el crecimiento actual, esta reunión social deberá ser trasladada a otro lugar por falta de espacio. Este aumento en la gente relacionada con el baloncesto demuestra el buen momento por el que pasa, aunque no evita la presencia de varios y serios inconvenientes. «Siempre hay cosas que mejorar, pero estoy contento del trabajo realizado hasta ahora, claro que con un buen equipo de gente es fácil trabajar. Se ha remodelado todo porque se fue la secretaria y Pepe Fraile. Xavi Martínez ha asumido la secretaría técnica y está haciendo un gran trabajo, igual que Tasio Àlvarez, que se encarga de la promoción», explica.
Sin embargo, uno de los principales problemas es la falta de árbitros. «Pensé que con el hecho de que cobrasen algo por su trabajo se solucionaría la situación pero no ha sido así. Hay que conseguir más árbitros, pero no sé como porque es una labor ingrata. A lo mejor probamos el auto arbitraje en categorías inferiores, o sea que arbitre algún jugador mayor, directivo o técnico».